Ya sabemos que el descanso es muy importante para nuestro cuerpo. Un buen descanso nos aporta la energía suficiente para llevar el día y nuestras rutinas lo mejor posible. Y para asegurarnos un buen descanso debemos tener una buena cama, que nos permita tener todas las comodidades necesarias. Uno de los utensilios que necesitamos para una buena cama es la base. Bases existen muchos tipos, entre ellas la base de muelles, la tapizada o el somier ¡Hoy vamos a explicarte las diferencias y las ventajas de cada una de ellas!
Somier
Una de las principales características que tiene este tipo de bases es la mejor transpiración gracias a las lamas que lo componen que podrán otorgarle ese extra de elasticidad a nuestro colchón que además en las de buena calidad podremos ajustarlo a nuestro antojo. Las láminas están elaboradas para curvarse hacia arriba y soportar fácilmente el peso incluso del colchón más pesado.
Base tapizada
En su sencillez está la clave del éxito, una buena construcción, sumado a una gran confección en el tejido empleado para forrarlo y otorgarle esa transpiración, hace de estos modelos de base la opción ideal si buscamos algo más económico y conseguir una firmeza extra para nuestro colchón.
Base de muelles
Se caracteriza por tener una construcción muy similar a un colchón de muelles ensacados. Dentro está formado por un bastidor con una base de madera sobre la que se presenta una serie de muelles ensacados dispuesto de tal manera que coincida con los del colchón, brindando una disipación del exceso de energía y protección del desgaste de este.
Por tanto, es muy importante que te preguntes cuáles son tus necesidades de descanso antes de elegir un tipo de base. Y si no lo tienes claro, lo ideal es que lo comentes con un profesional y él te aconsejará cuál es la base más adecuada para ti.