Los nórdicos son la solución más práctica y versátil para pasar las noches de invierno a una temperatura ideal dentro de tu cama. Su evolución nos ofrece en la actualidad, una gran variedad de modelos y materiales, entre los que seguro vas a encontrar el que más se amolde a tus necesidades.
Hay que diferencias claramente entre el edredón nórdico y el relleno, o funda nórdica. La principal característica diferenciadora del primero es que lo habitual es que se coloque sobre las sábanas, siendo muy amplia su oferta de patrones, diseños y colores. Sin embargo, el edredón nórdico se plantea solo en color blanco ya que su objeto es colocarse dentro de las sábanas.
Hay una gran variedad de precios cuando vas a elegir tu nuevo edredón nórdico, y a lo mejor todos los modelos te parecen muy parecidos. El secreto está en el relleno ya que es el que marca el nivel de calidad del edredón. La correcta elección del relleno va a contribuir a que esta prenda se adapte a tus necesidades personales, por lo que la decisión es importante.
Sabemos con evidencias científicas lo importante que es para nuestro cerebro y cuerpo el descanso. Por eso no es un acto intrascendente la elección de tu edredón, con el que vas a pasar muchas noches y que cuanto más cómodo te resulte más a propia tu descanso. Para elegir el relleno nórdico idóneo debes tener en cuenta varias claves:
- El tipo de relleno: la principal diferencia es que estén rellenos de plumas o sean sintéticos. Puedes adquirir un edredón en el que se mezclen plumas con plumones, lo que abarata su precio. El de relleno 100% natural es la opción más recomendable para los que sufren alergias. Por contra, el sintético suele estar compuesto de poliéster, microfibra u otros materiales. Su gama de precios es muy alta y sus prestaciones se han desarrollado notablemente.
- Las medidas: se presentan unas medidas estándar para cada tamaño de cama, pero pueden variar por el tipo y características del relleno. Lo ideal para una cama de es colocar un nórdico de 105 para que cuelgue, y así se debe hacer con todas las medidas.
- El gramaje: es la cantidad de material que lleva el relleno por metro cuadrado y varía en función del peso y la capacidad para mantener el calor. La escala va de 120 a 200 en hogares no muy fríos, de 250 a 350 gramos en climas intermedios y de 400 a 500 gramos en casas realmente gélidas.
- La confección: se imponen los cuadros o rombos para una eficaz distribución del relleno.
- Tipo de tejido exterior: existe gran variedad en modelos muy resistentes, suaves y agradables. Su suavidad debe ser adecuada para el descanso.