Las almohadas cervicales están pensadas para aquellas personas que sufren de dolores de cuello, hombros, espalda o cervicales. Estas dolencias tan frecuentes afectan a nuestra calidad del sueño y por ende a la calidad de vida, por eso, las almohadas cervicales están pensadas para mantener una buena postura cervical mientras dormimos y así evitar que los dolores sean más fuertes. Sentiremos un gran alivio si nos hacemos con una de ellas y dormimos toda la noche con el cuello bien apoyado. Ahora bien ¿Sabes qué almohada cervical deberías elegir según tu cuello? Pues apunta

Tipos de almohadas cervicales

Existen muchos tipos de almohadas cervicales: de látex, visco elásticas, fibra y pluma. Para elegir una debemos tener en cuenta nuestra forma de dormir y el tipo de dolor que tengas.

El tipo más común de almohada cervical es aquella que tiene bordes elevados y redondeados. Este contorno permite asegurar que se provea el soporte adecuado y que poco a poco se alivie el dolor de cuello y que además se prevenga. Hay quien prefiere la fibra porque transpira mejor que la viscoelástica. Aunque nosotros creemos que lo necesario es probar con cuál de ellas nos va mejor, ya que además, las almohadas cervicales tienen un tiempo de ajuste, ya que pasar de una almohada normal a una cervical es un cambio brusco y necesitaremos acostumbrarnos a ella.

Pero sin duda, una vez pasado este tiempo de adaptación con nuestra nueva almohada, notaremos como nuestro sueño es mejor y descansamos cómodamente sin dolores de cuellos y sin estar incómodos, pudiéndonos despedir definitivamente de nuestra antigua almohada que tantos malos sueños nos ha hecho pasar.

Así que lo mejor para escoger una buena almohada cervical es que tengas en cuenta tu postura al dormir y tus necesidades, solo así sabrás cual es la que mejor se adapta a ti.

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